Sin inglés no hay título universitario
Refiero a mis lectores aquí en España a un artículo de El País, donde explica que en Cataluña el gobierno quiere hacer obligatorio un nivel B2 de inglés para sacar un título universitario.
Estoy escuchando lo mismo, más o menos, de los jóvenes que vienen a la escuela de idiomas. La conversación normalmente va así:
Estudiante: Termino la carrera este año y para que me den el título tengo que tener un B2 en inglés.
Daniel: Interesante… Supongo que la universidad te da clases de inglés.
Estudiante: No, nada. No he visto una palabra de inglés desde el Bachillerato.
Daniel: Así que te exigen el inglés pero no te enseñan inglés?
Estudiante: Así es. Ahora, ¿cómo puedo ir de un A2 a un B2 en menos de 4 meses?
Daniel: [Gruñidos ininteligibles]
Bueno. No hay otra que poner a la gente en el nivel que les corresponde—de algún sitio tienen que empezar.
¿Por qué no enseñan inglés en las universidades?
La idea de exigir inglés para terminar la universidad es buena, pero sería mejor si estuviera acompañada de un programa de enseñar inglés a los estudiantes universitarios.
De momento, lo que parece que están diciendo es que los jóvenes tienen que aprenderlo por cuenta propia.
Y están haciendo lo mismo, desafortunadamente, con los profesores aquí en las escuelas bilingües. Ahora que quieren enseñar el inglés a toda costa, los profesores tienen que aprenderlo (otra vez por cuenta propia) antes de poder trabajar.
Tienen que sacar un certificado de nivel C1—como el CAE de Cambridge University.
Por un lado, es bueno para el negocio de las escuelas de idiomas, pero por otro me parece un poco absurdo. El gobierno ahorra costes y a ver si los chicos se apañan de alguna forma.
En todo caso, aquí seguimos. Todos haciendo lo mejor que podamos para levantar España…
Hay otras conversaciones raras que tengo con estudiantes en la escuela de idiomas, he contado otra historia aquí: Conversación Preocupante…
Pero, al final, todo me motiva a seguir aquí escribiendo y publicando libros y más libros.
¡Hay mucha necesidad de que alguien cuente la verdad!
Hasta la próxima,
Daniel.
